
Los derechos de exportación deben eliminarse.
Desde el norte argentino, manifestamos nuestra clara y contundente posición: los derechos de exportación son un instrumento distorsivo que castiga la producción, desalienta la inversión y debilita el desarrollo de las economías. En un contexto de alta presión impositiva, caída de precios internacionales y aumento de costos, su continuidad resulta insostenible.
Particularmente en el caso del maíz, la situación en el Norte argentino se torna aún más crítica. Nuestra región inicia la cosecha en julio, coincidiendo con el período en que se prevé un aumento en los derechos de exportación. Mientras otras zonas del país ya habrán concluido su campaña, los productores del NOA quedamos alcanzados de lleno por una medida que nos deja en injusta desventaja.
A las dificultades estructurales que ya enfrentamos (logística, distancia a puertos, elevados costos financieros) se suma esta carga fiscal que impacta de manera directa sobre la rentabilidad y pone en riesgo la continuidad de muchas explotaciones agrícolas.